Crónicas de una “cogía e pendejo”: Después de la indignación
Mis excelentísimos compatriotas,
en el escrito anterior conversamos un poco sobre cómo a lo largo de la historia
nos habían pasado gato por liebre. De igual forma recordamos cómo vestimos el
25 de julio de otro color bajo el lema del “yo no me dejo” y a mi no me “coges
de pendejo” y esas cosas. Por esto, aplausos para ti pueblo de Puerto Rico. No
obstante, no es momento de celebrar porque en estos últimos días la clase
política ha estado moviendo fichas para cogerte de pendejo mientras te hace
creer que has dado un ejemplo de lo que es la democracia y la libertad de expresión
al mundo. Digo esto porque al final, una cosa es sacar a Ricky y otra muy
distinta es desparasitar y revitalizar al enfermo aparato político del país. La
primera ya está hecha… ahora, la segunda ya es más complicada.
Digo que es más complicado
porque en estos últimos días hemos sido testigos de cómo Thomas Rivera Schatz
hace un circo político para desacreditar a Pierluisi, al exgobernador y a medio
mundo. Pero, sin embargo, es el cuento del burro hablando de orejas. Porque no hay un tipo más asqueroso, macharrán,
prepotente, macho e moti, maleante de cuello blanco, pitbull PNP y traquetero
que TRS alias el Tiburón. O sea, a ti no te llaman el “sharky” porque sí. El
presidente del senado es el vivo ejemplo de la profunda crisis que vive nuestro
sistema político. Él representa la convergencia de lo ilícito, lo clandestino, “la
calle” y “la bregaera” con la politiquería. Para sustentar esto no tengo ni que
dar ejemplos, solo basta con que busquen par de noticias sobre el señor y verán
cómo afloran las anécdotas decorosas de este grotesco personaje.
El asunto es que, frente al vacío
político que enfrenta la isla, especímenes como ese, y el partido al que
representa, aspiran, de alguna manera, a continuar dirigiendo el ejercicio democrático
y administrativo del país. Y eso es, precisamente lo que debemos evitar. Ahora,
qué podemos hacer. Lo primero, desde mi punto de vista, es centrarnos en el “big
picture”. “Si tu quieres cambio verdadero pues camina distinto” dijeron por ahí.
Pues para caminar distinto hay que enrollarse las mangas y hacer cosas dolorosas. Y el cambio siempre es doloroso. Yo creo que lo primero que debemos hacer es disolver el gobierno.
La gente sigue hablando de que fulano o fulana va a ser el
gobernador y la verdad es que NINGUNO DEBE SER GOBERNADOR. ¿Por qué? Porque no
se lo merecen, porque no son confiables y porque son unos mediocres. Entonces
para qué disolver el gobierno… Pues porque si queremos cambiar la constitución, y en el proceso crear otro Puerto Rico, necesitaremos gente juiciosa y que tenga un proyecto de país en la
cabeza. No a cuatro pela gatos que solo están para guisar de ideologías chatarras
de estatus. Entonces qué es lo que quiero decir con todo esto…
Primero, hay que parar al país
a un nivel sin precedentes, un saludito a los camioneros que seguro están por la labor. Entonces, mientras los ratones saltan del barco, habrá que hacer asambleas
ciudadanas, comités de acción, jornadas de discusión política y conversatorios
de derecho constitucional. Y es de ahí que tienen que salir ideas básicas para
lo próximo que vamos a hacer que será rescribir la constitución. Ojo, fíjese
que digo RESCRIBIR, NO ENMENDAR. Porque uno enmienda algo que se puede
rectificar, pero nuestra constitución, seguramente, podría reflejar un poco
más de lo que tenemos en casa y un poco menos de lo que otros quieren que
seamos. Yo sé que ahora me van a caer chinches encima porque “eso es una
loquera”, porque “estoy emparentao con los comunistas-socialistas e izquierdosos” y
seguro dirán que soy un “pelú”. Pero hay una realidad del tamaño del sol que unos pocos se empeñan en tapar con un dedo. Y es que la organización político
administrativa del E.L.A está al garete. La división territorial/municipal es
demencial, la cantidad de funcionarios públicos es exagerada y no me refiero propiamente
a los empleados “paper pushers” que cobran el mínimo. No, hablo de todos los güireros
y oportunistas de la democracia representativa con escoltas, chóferes y esas
cosas.
Me refiero a tanto legislador
batata, a tanto senador incompetente. Me refiero a que tal vez el sistema
presidencialista no tiene por qué ser nuestro referente político. Que podemos
pensar en nociones parlamentaristas, que tengan dos vueltas en las elecciones y donde haya que pactar para formar gobierno. Podríamos pensar en sistemas políticos realmente democráticos con consultas
ciudadanas, con mecanismo de renovación de los funcionarios para no tener
que escoger la “menos mala” de las batatas. Claro, para esto hay que tener una
ciudadanía que sepa de política y que sepa pensar críticamente. Por lo que el
modelo educativo de ganado que tenemos
tendría que irse por la ventana. Hay que enseñar a ser, a sentir y a vivir en
comunidad. Hay que cambiar el chip de que todo el mundo tiene que ir a la
universidad. Hay que revalorizar el trabajo manual, el artesanal e incentivar
la producción. Hay que cambiar el modelo económico de hambruna centrado en el capital exterior por incentivos a
la producción local para exportación. Más producción local y menos esclavos de
servicios del tercer sector. Y para esto hay que rescribir la constitución,
hay que escribir el país que queremos los puertorriqueños. Pero ya sé, eso es
una loquera porque desde el piso de arriba no nos van a dar permiso porque de ahí es
que viene el dinero.
Ajá… y nosotros somos nenes
que nos chupamos el dedo y tenemos dientes de leche. Por que nosotros en PR no
sabemos hacer nada, porque no sabemos construir, no sabemos negociar, no
sabemos inventar. Es verdad, porque en PR todo el mundo es mantenido y nadie
sabe josear ni sacar la cara por lo suyo. Pues, ese es el cuento más viejo que
nos han vendido y una de las grandes cogías de pendejo que nos han y nos hemos
dado nosotros mismos. En PR lo más que hay es gente con ideas, con proyectos y
con ganas. Lo que hay que hacer es darle el espacio, dar exenciones
contributivas, suavizar la ley de creación de negocios y ya verán cómo echamos pa
alante. Claro, para hacer esto hay que romper con toda legislación colonial que
no ayuda más que a aquellos que nos pisan y enriquece a la clase política
fatula que tenemos.
Entonces, si a estas alturas tú sigues pensando que
con la renuncia de Ricky todo va a estar bien pues estás en un viaje de kétchup
y eres parte del problema. Los cambios reales vienen acompañados de sacrificios
y transformaciones profundas. Si tú no quieres pasar por eso pues quédate
tranquilo que dentro de un año vas a tener más de lo mismo, más cogías de
pendejo y más indignidad para el pueblo de Puerto Rico. Sin embargo, si te hartaste de los abusos y los embustes pues es hora de pensar en cambios sustanciosos que modifiquen la fibra y la base de la organización socio-política del país.
Víctor A. Meléndez
Nota: Las sugerencias ofrecidas no constituyen una
receta mágica para mejorar a PR. Esto requiere de procesos largos, de diálogo, de formación
ciudadana y la puesta en común de imaginarios y proyectos de país. Un país que
nazca desde adentro y que no sea un proyecto de explotación endulzado desde
fuera.