Friday, August 2, 2019

Crónicas de una “cogía e pendejo”: Después de la indignación


Crónicas de una “cogía e pendejo”: Después de la indignación

Mis excelentísimos compatriotas, en el escrito anterior conversamos un poco sobre cómo a lo largo de la historia nos habían pasado gato por liebre. De igual forma recordamos cómo vestimos el 25 de julio de otro color bajo el lema del “yo no me dejo” y a mi no me “coges de pendejo” y esas cosas. Por esto, aplausos para ti pueblo de Puerto Rico. No obstante, no es momento de celebrar porque en estos últimos días la clase política ha estado moviendo fichas para cogerte de pendejo mientras te hace creer que has dado un ejemplo de lo que es la democracia y la libertad de expresión al mundo. Digo esto porque al final, una cosa es sacar a Ricky y otra muy distinta es desparasitar y revitalizar al enfermo aparato político del país. La primera ya está hecha… ahora, la segunda ya es más complicada.

Digo que es más complicado porque en estos últimos días hemos sido testigos de cómo Thomas Rivera Schatz hace un circo político para desacreditar a Pierluisi, al exgobernador y a medio mundo. Pero, sin embargo, es el cuento del burro hablando de orejas. Porque no hay un tipo más asqueroso, macharrán, prepotente, macho e moti, maleante de cuello blanco, pitbull PNP y traquetero que TRS alias el Tiburón. O sea, a ti no te llaman el “sharky” porque sí. El presidente del senado es el vivo ejemplo de la profunda crisis que vive nuestro sistema político. Él representa la convergencia de lo ilícito, lo clandestino, “la calle” y “la bregaera” con la politiquería. Para sustentar esto no tengo ni que dar ejemplos, solo basta con que busquen par de noticias sobre el señor y verán cómo afloran las anécdotas decorosas de este grotesco personaje.

El asunto es que, frente al vacío político que enfrenta la isla, especímenes como ese, y el partido al que representa, aspiran, de alguna manera, a continuar dirigiendo el ejercicio democrático y administrativo del país. Y eso es, precisamente lo que debemos evitar. Ahora, qué podemos hacer. Lo primero, desde mi punto de vista, es centrarnos en el “big picture”. “Si tu quieres cambio verdadero pues camina distinto” dijeron por ahí. Pues para caminar distinto hay que enrollarse las mangas y hacer cosas dolorosas. Y el cambio siempre es doloroso. Yo creo que lo primero que debemos hacer es disolver el gobierno. La gente sigue hablando de que fulano o fulana va a ser el gobernador y la verdad es que NINGUNO DEBE SER GOBERNADOR. ¿Por qué? Porque no se lo merecen, porque no son confiables y porque son unos mediocres. Entonces para qué disolver el gobierno… Pues porque si queremos cambiar la constitución, y en el proceso crear otro Puerto Rico, necesitaremos gente juiciosa y que tenga un proyecto de país en la cabeza. No a cuatro pela gatos que solo están para guisar de ideologías chatarras de estatus. Entonces qué es lo que quiero decir con todo esto…

Primero, hay que parar al país a un nivel sin precedentes, un saludito a los camioneros que seguro están por la labor. Entonces, mientras los ratones saltan del barco, habrá que hacer asambleas ciudadanas, comités de acción, jornadas de discusión política y conversatorios de derecho constitucional. Y es de ahí que tienen que salir ideas básicas para lo próximo que vamos a hacer que será rescribir la constitución. Ojo, fíjese que digo RESCRIBIR, NO ENMENDAR. Porque uno enmienda algo que se puede rectificar, pero nuestra constitución, seguramente, podría reflejar un poco más de lo que tenemos en casa y un poco menos de lo que otros quieren que seamos. Yo sé que ahora me van a caer chinches encima porque “eso es una loquera”,  porque “estoy emparentao con los comunistas-socialistas e izquierdosos” y seguro dirán que soy un “pelú”. Pero hay una realidad del tamaño del sol que unos pocos se empeñan en tapar con un dedo. Y es que la organización político administrativa del E.L.A está al garete. La división territorial/municipal es demencial, la cantidad de funcionarios públicos es exagerada y no me refiero propiamente a los empleados “paper pushers” que cobran el mínimo. No, hablo de todos los güireros y oportunistas de la democracia representativa con escoltas, chóferes y esas cosas.

Me refiero a tanto legislador batata, a tanto senador incompetente. Me refiero a que tal vez el sistema presidencialista no tiene por qué ser nuestro referente político. Que podemos pensar en nociones parlamentaristas, que tengan dos vueltas en las elecciones y donde haya que pactar para formar gobierno. Podríamos pensar en sistemas políticos realmente democráticos con consultas ciudadanas, con mecanismo de renovación de los funcionarios para no tener que escoger la “menos mala” de las batatas. Claro, para esto hay que tener una ciudadanía que sepa de política y que sepa pensar críticamente. Por lo que el modelo educativo de ganado  que tenemos tendría que irse por la ventana. Hay que enseñar a ser, a sentir y a vivir en comunidad. Hay que cambiar el chip de que todo el mundo tiene que ir a la universidad. Hay que revalorizar el trabajo manual, el artesanal e incentivar la producción. Hay que cambiar el modelo económico de hambruna centrado en el capital exterior por incentivos a la producción local para exportación. Más producción local y menos esclavos de servicios del tercer sector. Y para esto hay que rescribir la constitución, hay que escribir el país que queremos los puertorriqueños. Pero ya sé, eso es una loquera porque desde el piso de arriba no nos van a dar permiso porque de ahí es que viene el dinero.

Ajá… y nosotros somos nenes que nos chupamos el dedo y tenemos dientes de leche. Por que nosotros en PR no sabemos hacer nada, porque no sabemos construir, no sabemos negociar, no sabemos inventar. Es verdad, porque en PR todo el mundo es mantenido y nadie sabe josear ni sacar la cara por lo suyo. Pues, ese es el cuento más viejo que nos han vendido y una de las grandes cogías de pendejo que nos han y nos hemos dado nosotros mismos. En PR lo más que hay es gente con ideas, con proyectos y con ganas. Lo que hay que hacer es darle el espacio, dar exenciones contributivas, suavizar la ley de creación de negocios y ya verán cómo echamos pa alante. Claro, para hacer esto hay que romper con toda legislación colonial que no ayuda más que a aquellos que nos pisan y enriquece a la clase política fatula que tenemos.

Entonces, si a estas alturas tú sigues pensando que con la renuncia de Ricky todo va a estar bien pues estás en un viaje de kétchup y eres parte del problema. Los cambios reales vienen acompañados de sacrificios y transformaciones profundas. Si tú no quieres pasar por eso pues quédate tranquilo que dentro de un año vas a tener más de lo mismo, más cogías de pendejo y más indignidad para el pueblo de Puerto Rico. Sin embargo, si te hartaste de los abusos y los embustes pues es hora de pensar en cambios sustanciosos que modifiquen la fibra y la base de la organización socio-política del país.

Víctor A. Meléndez 

Nota: Las sugerencias ofrecidas no constituyen una receta mágica para mejorar a PR. Esto requiere de procesos largos, de diálogo, de formación ciudadana y la puesta en común de imaginarios y proyectos de país. Un país que nazca desde adentro y que no sea un proyecto de explotación endulzado desde fuera.